¿A quién no le gusta que lo consientan con un buen masaje? Además de ser relajantes y hasta románticos, los masajes también tienen un efecto terapéutico. Incentivar adecuadamente ciertas partes del cuerpo como los hombros, la espalda o las piernas alivia las contracciones musculares y la fatiga. También ayuda a reducir la tensión producto del estrés o la ansiedad; además de mejorar la condición de pacientes con deficiencias linfáticas, respiratorias, circulatorias, nerviosas o renales.
